👇🏻
Soy empresario y cada día lucho contra el puto marketing digital de mi empresa.
Al principio pensé que sería fácil, pero joder me di cuenta de que es una puta locura tratar de entender todas esas mierdas técnicas.
SEO, anuncios en Google en Facebook o como coño se llame ahora, estrategias de email marketing, automatizaciones … no puedo seguir el ritmo.
Algunos días me siento como un puto recadero del mundo digital, tratando de comprender cómo coño hacer que mi empresa se vea bien en Internet y me compren, mientras todos los demás están haciendo campañas publicitarias acojonantes y consiguiendo millones de seguidores en Instagram y TikTok.
Pero luego recuerdo que pago yo, que para eso soy el jefe y pienso otra cosa.
¡Que lo haga otro!
Llamo a unos expertos, me descojono y me muero por dentro cada vez que lo pienso, en marketing digital y les digo que hagan el trabajo sucio por mí. Y mientras se encargan de todo eso, me dedico a lo que realmente importa:
¡Hacer crecer mi negocio y ganar dinero!
También hay veces que pienso …
¡A tomar por culo con el marketing digital! y me voy a dar una vuelta, tomar una cerveza o lanzar unas canastas. Porque al final del día, esto va sobre trabajar duro el tiempo libre y la familia.
Y si eso significa que mi empresa no tiene el mejor perfil de Instagram, pues cojonudo. Yo tengo mejores cosas de las que preocuparme.
Ahora bien, encontrar a alguien me costó la hostia y fui dando tumbos y palmando pasta hasta que este engreído, que me ha pedido opinión sobre lo que hizo conmigo, me convenció para que le diera doscientos putos euros y me contara cómo coño lo haría él si le dejara.
Y podía habérmelos fumado después de tantas polladas que me habían propuesto y que algunas hice, pero en una puta hora fue capaz de decirme lo que tenía que hacer y dejarme de mierdas y discursos buenrollistas y documentos llenos de plantitas creciendo en una mano.
Y ahora haz lo que quieras con esto.