Empecemos por la experiencia personal. La mía.
Shein tiene un producto de mierda. Dos prendas compré y a los pocos días, sí, días, se fueron deshilachando. Y sí, tiene producto barato pero la ropa de Primark también lo tiene pero no se rompe en dos días.
Fin de mi experiencia.

Pero hoy no quería hablar de eso.
Solamente que veáis como esta gran empresa, que tiene una de las apps más descargadas de la Apple Store y Google Play, se apoya en otras para seguir creciendo abriendo mercado.
Acaban de anunciar esto.
Shein integra su catálogo en el marketplace de Amazon
Bien me parece.
Es una relación buena para ambas partes.
Amazon ambiciona el mundo de la moda y le interesa atraer al tipo de público de Shein. Y a Shein le interesa el escaparate que Amazon ofrece.
Colaboran.
Ya han abierto en Estados Unidos, Francia y España. Y seguirán.

Lo importante aquí es ver esa colaboración como algo interesante para tus clientes actuales y los futuros.
Si tienes un taller mecánico, puedes mandar a tus clientes a uno que tinte las lunas. Eso que puede parecer una tontería puede ser muy útil. Sobre todo con el calor de estos días.
El que me lleva los seguros colabora con un taller mecánico y se reparten oportunidades con clientes. Siempre que confías en alguien es más fácil recomendarle. Pues se trata de forzar esa comunicación.
Y eso se consigue preguntando.
Otro ejemplo.
Si vendes lámparas piensa si tu cliente puede necesitar un electricista. No lo hagas directamente pero prepárate unas preguntas.
¿Quién va a colocar la lámpara?
¿Quién va a colocar el ventilador?
¿Vas a cambiar los interruptores tú?
Hablando se saca mucha información.
Y deja hablar a tu cliente por el amor de dios.
Insisto. Prepárate una serie de preguntas según tu sector y házselas.
Bueno, ya ves de qué va el contenido de la web.
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