Good Strategy Bad Strategy es un libro escrito por el profesor y experto en estrategia empresarial Richard Rumelt. En su libro, Rumelt ofrece una visión diferente de lo que significa tener una buena estrategia y cómo formular una que funcione.

El error
Según Rumelt, muchas empresas cometen el error de confundir una buena estrategia con un simple conjunto de objetivos o un plan de acción. Sin embargo, una verdadera estrategia debe ir más allá de eso y abordar los problemas fundamentales a los que se enfrenta la empresa. Esto implica tener un diagnóstico preciso de la situación, formular una guía clara para la acción y establecer un sistema de medición y retroalimentación para evaluar el desempeño.

El diagnóstico
Para Rumelt, un diagnóstico preciso de la situación es un elemento clave de una buena estrategia. El diagnóstico implica analizar cuidadosamente la empresa y su entorno para entender las fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas. Esto permite identificar los problemas y desafíos a los que se enfrenta la empresa y establecer una base sólida para la toma de decisiones.
Uno de los principales enfoques que propone Rumelt para realizar un diagnóstico preciso es el análisis DAFO, también conocido como análisis FODA. Este análisis permite identificar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la empresa, lo que proporciona una visión completa de la situación en la que se encuentra. El análisis DAFO es una herramienta valiosa para entender los desafíos y problemas a los que se enfrenta la empresa y establecer una base sólida para la formulación de una estrategia efectiva.
Además de utilizar el análisis DAFO, Rumelt también recomienda hacer un análisis de las fuerzas competitivas del mercado y examinar cuidadosamente las tendencias del entorno. Esto permite identificar las oportunidades y amenazas que enfrenta la empresa y ajustar la estrategia en consecuencia.
En resumen, el diagnóstico que propone Rumelt es un enfoque sistemático y detallado para analizar la empresa y su entorno. Esto permite identificar los problemas y desafíos fundamentales a los que se enfrenta la empresa y establecer una base sólida para la formulación de una estrategia efectiva.
Guía para la acción
Una vez que se ha realizado un diagnóstico preciso de la situación, el siguiente paso es formular una guía para la acción. Esta guía debe ser una estrategia clara y coherente que defina cómo la empresa abordará los desafíos identificados en el diagnóstico. La estrategia debe ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a cambios en el entorno, pero también debe proporcionar una dirección clara y un enfoque en la ejecución.
Para Rumelt, formular una estrategia efectiva implica tener un punto de vista distintivo y enfocarse en el desafío central que enfrenta la empresa. Esto significa identificar los problemas y desafíos fundamentales a los que se enfrenta la empresa y formular una estrategia que aborde esos problemas de manera efectiva.
Además, una buena estrategia debe ser coherente y enfocada en la ejecución. Esto significa que todas las partes de la estrategia deben estar alineadas y trabajar juntas para lograr los objetivos establecidos. También implica tener un sistema de medición y retroalimentación que permita evaluar el desempeño de la empresa en relación con la estrategia formulada.
En resumen, una vez que se ha realizado un diagnóstico preciso de la situación, el siguiente paso es formular una guía para la acción en forma de una estrategia clara y coherente. Esta estrategia debe tener un punto de vista distintivo y enfocarse en el desafío central que enfrenta la empresa, además de ser coherente y enfocada en la ejecución. Esto permite a la empresa abordar de manera efectiva los desafíos y alcanzar sus objetivos estratégicos.
Controlando la ejecución
Para Rumelt, una buena estrategia debe ser coherente y enfocada en la ejecución. Esto significa que todas las partes de la estrategia deben estar alineadas y trabajar juntas para lograr los objetivos establecidos.
Una de las principales formas de asegurar que la estrategia sea coherente y enfocada en la ejecución es establecer un sistema de medición y retroalimentación. Este sistema permite evaluar el desempeño de la empresa en relación con la estrategia formulada y asegurar que se están cumpliendo los objetivos establecidos.
Además, Rumelt también recomienda establecer un sistema de gestión de proyectos que permita desglosar la estrategia en acciones concretas y asignar responsabilidades y plazos para su ejecución. Esto permite a la empresa llevar a cabo la estrategia de manera efectiva y asegurar que se están cumpliendo los objetivos establecidos.
En resumen, la ejecución que propone Rumelt implica establecer un sistema de medición y retroalimentación para evaluar el desempeño de la empresa en relación con la estrategia formulada, así como un sistema de gestión de proyectos para desglosar la estrategia en acciones concretas y asignar responsabilidades y plazos para su ejecución. Esto permite a la empresa llevar a cabo la estrategia de manera efectiva y alcanzar sus objetivos estratégicos.
Para Rumelt, una estrategia efectiva debe tener un punto de vista distintivo y un enfoque en el desafío central que enfrenta la empresa. Esto significa identificar los problemas y desafíos fundamentales a los que se enfrenta la empresa y formular una estrategia que aborde esos problemas de manera efectiva.
Además, Rumelt argumenta que una buena estrategia debe ser coherente y tener un enfoque en la ejecución. Esto significa que todas las partes de la estrategia deben estar alineadas y trabajar juntas para lograr los objetivos establecidos. También implica tener un sistema de medición y retroalimentación que permita evaluar el desempeño de la empresa en relación con la estrategia formulada.
Resumen Good Strategy Bad Strategy
Es un libro que ofrece una visión diferente de lo que significa tener una buena estrategia. Según Rumelt, una verdadera estrategia debe abordar los problemas fundamentales a los que se enfrenta la empresa, tener un punto de vista distintivo y ser coherente y enfocada en la ejecución. Esto permite a las empresas abordar de manera efectiva los desafíos y alcanzar sus objetivos estratégicos.