Aunque leas esta página hasta el final, lo más probable es que nunca hagas nada.
Y está tan estudiado y demostrado, que cuando termines de leerla, probablemente pensarás lo mismo que yo.
Todo tiene que ver con lo que decimos y lo que hacemos, que no es lo mismo.
Palabras diferentes, pero que para muchos y entre los que me incluyo, parecen haber significado lo mismo durante años.
Digo una cosa pero hago otra. Nada raro, ¿verdad?
Hay algo en nuestra mente que nos impide tomar ciertas decisiones.
Las posponemos incluso hasta el infinito.
Rehuimos el conflicto, tanto interno como externo.
Y las personas que lanzan proyectos, tampoco son inmunes.
De hecho se parece todo bastante.
Para muestra un ejemplo de hace pocos días
Alguien nos invitó a una fiesta para niños y nos dijo que el regalo de cumpleaños para su hija costaba 90€. Y que teníamos que poner 15€.
¡Y eso que era un detalle!
Rejonazo sin esperarlo.
¿Y qué hacemos de forma habitual antes estas situaciones?
¿Le dice que le parece caro?
No. Aunque lo pienses.
¿Le dice que es un insolidario con la situación que vivimos?
Tampoco.
¿Le dice que esos 15€ son precio de sobrino?
Ni mucho menos.
A quien deberías decirle, no le dices nada. Pero falta tiempo para ir a rajarlo a grupos de Whatsapp, en persona o por teléfono. Y en esas conversaciones alardeamos de lo que habría que hacer, pero que casi nunca haremos.
Pero una cosa es un cumpleaños y otra es tener un negocio que pretendes que te dé de comer.
Dicho esto …
Ocurre en todos los ámbitos de la vida. También el empresarial, que es en el que me muevo.
Por este motivo se complica trabajar cuando realmente no se quiere cambiar nada. Dicen querer, y no dudo de sus intenciones iniciales, pero realmente pocos lo hacen.
Esa disonancia es muy real.
El trabajo de un asesor debería ser dar explicaciones posibles a lo que sucede, a menudo duras, y aportar las mejores soluciones para esos problemas.
Nada más.
La decisión de hacerlo corre de la otra parte. Tu parte.
También si piensas que abusan con los regalos de cumpleaños.
Por eso te decía que aunque llegues hasta aquí lo habitual es no hacer nada.
Y ese es el motivo por el que pido un compromiso antes de ofrecerte algo que te ayudará.